En algún momento de nuestras vidas, muchos experimentamos una sensación de vacío, como si nos faltara un propósito o una pasión clara que nos motive a levantarnos cada día. Este sentimiento puede ser abrumador y llevarnos a cuestionar nuestro lugar en el mundo. Aquí es donde el concepto japonés de Ikigai puede ofrecernos una luz. El Ikigai, que se traduce como “razón de ser”, nos invita a encontrar aquello que le da sentido a nuestra existencia.
Pero, ¿Cómo encontrar tu Ikigai cuando sientes que no tienes una verdadera pasión o propósito? A continuación, te guiaré por un proceso profundo y práctico para descubrir esa chispa vital, incluso en medio de la incertidumbre.
El primer paso para encontrar tu Ikigai es aceptar que no tener un propósito claro en este momento es normal. La mayoría de las personas pasan por etapas en las que el sentido de la vida parece estar nublado. Aceptar este vacío en lugar de resistirlo te permite comenzar una búsqueda honesta y sin juicios hacia ti mismo.
¿Te has permitido sentir este vacío sin culpa ni ansiedad? Aceptarlo es el primer paso para llenarlo con propósito.
2. El Ikigai no siempre es una revelación instantánea
A menudo pensamos que el Ikigai se revela de manera dramática, como un momento “eureka”. Pero para muchas personas, el propósito de vida se descubre lentamente, a través de experiencias cotidianas y pequeñas señales. La clave está en prestar atención a lo que te despierta interés, aunque sea de manera sutil, en lugar de esperar una gran epifanía.
Ejercicio práctico: Durante una semana, observa tus momentos de mayor satisfacción. Escribe en un diario sobre las actividades que te hicieron sentir bien o más conectado con el presente, incluso si no parecen significativas al principio. A veces, el Ikigai comienza en los pequeños detalles.
3. Explora sin la presión de tener que “encontrar tu propósito”
Uno de los mayores obstáculos para descubrir tu Ikigai es la presión que te impones al creer que debes tener una pasión definida. Esta presión puede bloquear tu capacidad de explorar de manera libre. En lugar de buscar respuestas inmediatas, permítete experimentar nuevas actividades sin expectativas. El Ikigai a menudo emerge de forma inesperada cuando te permites ser curioso y jugar con nuevas posibilidades.
Consejo práctico: Dedica tiempo a actividades que te interesen, pero sin la obligación de que se conviertan en “tu pasión”. Puede ser aprender un nuevo idioma, probar un deporte, involucrarte en voluntariado o participar en proyectos creativos. Explorar con ligereza te permitirá descubrir lo que realmente te resuena.
4. Diferencia entre placer y propósito
Es fácil confundir el placer momentáneo con un propósito de vida duradero. Disfrutar de algo no siempre significa que es parte de tu Ikigai. El propósito tiene más que ver con lo que te da energía a largo plazo, lo que te hace sentir que tu vida tiene un impacto o una dirección, incluso cuando es difícil o desafiante.
¿Qué actividades te hacen sentir revitalizado, incluso después de mucho esfuerzo? Pregúntate no solo qué te da placer inmediato, sino qué te deja una sensación de satisfacción más profunda.
5. Conecta con las personas a tu alrededor
A veces, los demás pueden ver en nosotros lo que no alcanzamos a notar por nuestra cuenta. Hablar con amigos cercanos, familiares o colegas puede darte pistas sobre tus talentos ocultos o intereses que no has considerado como posibles caminos hacia tu Ikigai. La retroalimentación externa, sumada a la introspección, puede ser un poderoso catalizador en esta búsqueda.
Ejercicio práctico: Pregunta a personas de confianza qué creen que se te da bien o qué observan que disfrutas más. A veces, lo que para ti es “normal” puede ser un don único que otros valoran en ti.
6. Haz preguntas profundas y honestas
La búsqueda de tu Ikigai comienza con la reflexión profunda. Hacerte preguntas poderosas puede revelar pistas sobre lo que realmente te mueve:
- ¿Qué haría aunque no me pagaran por ello?
- ¿Qué problemas disfruto resolver, incluso si son difíciles?
- ¿De qué temas puedo hablar durante horas sin cansarme?
Responder a estas preguntas te ayudará a identificar las áreas de tu vida que podrían estar alineadas con tu propósito.
¿Te estás aferrando a una idea antigua de lo que creías que debía ser tu propósito? Si lo haces, permítete explorar nuevas direcciones y dejar que tu Ikigai crezca contigo.
Conclusión
Encontrar tu Ikigai cuando sientes que no tienes una verdadera pasión o propósito no es un proceso que suceda de la noche a la mañana. Requiere paciencia, curiosidad y disposición para explorar sin juicios. El vacío que sientes ahora no es una señal de que estás perdido, sino una oportunidad para descubrir lo que realmente llena tu vida de sentido. Permítete el tiempo y el espacio para explorar, experimentar y escuchar las señales que ya están dentro de ti.
El Ikigai no es una meta lejana; está presente en tu vida diaria, esperando que lo reconozcas. ¿Estás listo para comenzar el viaje hacia tu verdadero propósito?
Te puedo acompañar en ese viaje, somos una comunidad de sumadores, dispuestos a sentir y vivir el Ikigai.
María Ángela Soto Ospina,
autora del libro Intrahumanidad y creadora de la Membresía Viviendo tu Ikigai
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